La importancia de un buen Gobierno Corporativo en el mundo empresarial de hoy

El Gobierno Corporativo es definido, según la OECD, como el conjunto de relaciones que hay entre la administración de la empresa, la junta general, los accionistas y otras partes interesadas. Este provee una estructura a través de la cual los objetivos de la empresa son trazados. De igual manera, los medios para alcanzar dichos objetivos y la manera en cómo se desarrollará el monitoreo del desempeño de la parte gerencial de la empresa.

Como se señala a nivel internacional, las políticas de gobierno corporativo tienen grandes impactos en la formación y asignación de capital, y en la confianza del inversionista. Por ejemplo, la calidad de gobierno corporativo incidirá en el costo que enfrentan las corporaciones en acceder a capital para fines de inversión en el largo plazo. De igual manera, hay un impacto en la confianza de las partes involucradas que proveen capital, sea de manera directa o indirecta, para la creación de valor económico.

En 2002, en Perú, la Superintendencia de Mercado de Valores (SMV), con el objetivo de seguir los estándares internacionales en materia de gobierno corporativo, publicó el “Código de Buen Gobierno Corporativo para las Sociedades Peruanas” (CBGC). En 2013, el documento fue actualizado acorde a los nuevos lineamientos e innovaciones para aplicarlos al mercado de valores peruano y que las sociedades adapten su estructura de gobierno corporativo a aquél. Así, el documento referido se presenta como una guía principal para brindar un marco de sostenibilidad y solidez a la cultura corporativa de las empresas peruanas.

Actualmente, el índice de buen gobierno corporativo de la Bolsa de Valores de Lima se compone de solo 10 empresas. Esto sugiere que gran parte de las más de 200 que emiten valores en la BVL no se animan a pertenecer al grupo de empresas que cumplen el Código debido a la incertidumbre de que sus acciones no seas sostenibles en el tiempo y tengan problemas posteriores que obliguen a replantear de nuevo el esquema de gobierno corporativo, pudiendo desestabilizar el desempeño de la empresa.

La situación anterior nos da a entender que muchas empresas peruanas no poseen una estructura que garantice condiciones mínimas bajo las cuales pueda cimentarse un gobierno corporativo con los estándares requeridos por las normas y entes internacionales. Es por ello que aquellas deben realizar un análisis tanto de sus fortalezas y debilidades. De acuerdo a ello, mejorar sus lineamientos en lo que se refiere a equidad corporativa, transparencia y cumplimiento responsable.

La falta de buenas prácticas de gobierno corporativo desincentiva a los stakeholders al limitar futuras oportunidades de negocios. Asimismo, impide el desarrollo de sinergias beneficiosas con otras compañías ya que no se cuenta con un órgano adecuado de representación de la empresa. Es por esta razón que, a partir de agosto de 2018, se está incentivando a que más empresas formen parte del CBGC a través de la reducción de las comisiones de negociación de las acciones a fin de que formen parte del Índice de Buen Gobierno Corporativo (IBGC). Por ello, la incorporación de buenas prácticas de gobierno corporativo en la cultura empresarial debería ser tomada como un paso esencial en la consolidación del sistema financiero peruano y no solo como un estándar que funciona en los ámbitos financieros de primer mundo.